Las aplicaciones digitales como Moodle, Google Classroom o Calendar nos ayudan a organizarnos a todos, pero especialmente pueden beneficiar a los estudiantes que tienen dificultades con la organización y las funciones ejecutivas.
Los estudiantes pueden tener dificultades para mantener las cosas organizadas. Estas dificultades suelen ser más acentuadas en el caso de los alumnos con trastorno por déficit de atención/hiperactividad.
En el caso de los alumnos con dificultades atencionales y en las funciones ejecutivas, esto no ocurre porque estos estudiantes sean perezosos o descuidados. Aunque esta puede ser una lucha con los adolescentes en general, en este caso en concreto, estos alumnos tienen dificultades específicas en el organización, y debemos ser conscientes de ello. Si además sumamos la comorbilidad con otros trastornos del neurodesarrollo, la exigencia puede ser más elevada aún para mantener la organización.
Si lo que queremos hacer es prepararlos para ser competentes en el futuro dentro de la sociedad en la que estamos, donde multitud de elementos y sistemas luchan por captar nuestra atención , un buen sistema es el ejemplo que como adultos les damos de nuestra propia gestión.
El camino tampoco ha sido fácil para nosotros: empezamos con agendas, con papelitos unidos con clips… Después llegaron los calendarios mensuales en la nevera, los planificadores —estos funcionan bastante bien, pero también se pueden perder—, los post-its… Primero parecía que teníamos la casa llena de pistas, y después que se quedarían para siempre.
Pero cuando llegó el mundo digital todo esto cambió: horarios, calendarios, localizaciones… y todo ello online. Ahora podemos acceder desde el móvil, desde el portátil o desde otro ordenador.
Hay que hacer un apunte sobre el tema de los datos: quién los gestiona y el rastro que dejamos en otros dispositivos, en las mismas apps o en el navegador que utilizamos. Aquí todavía nos queda batalla por hacer, para nosotros y para proteger y formar a nuestros jóvenes.
En las clases donde la mayoría del contenido está subido en la nube hay sistemas de gestión del aprendizaje que podemos utilizar para subir y presentar toda la información que los estudiantes necesitan: documentos, calificaciones, calendario de entregas, etc., y todo esto lo podemos vincular a su calendario y utilizar widgets en su móvil para tener fácil acceso. Sistemas como Google Classroom, Apple Classroom, Moodle, Canvas, etc., por citar algunos, pueden ser sistemas efectivos para los estudiantes que luchan con la organización del aula. Cabe destacar que en nuestro entorno muchos institutos ya utilizan estas herramientas, aunque a veces falta que los alumnos conozcan todo su potencial y saquen el máximo rendimiento. Pero, en contrapunto, ¿quién debe dirigir la transformación educativa?.
Ahora vivimos en un mundo digital, tenemos que aceptarlo y tenemos que intentar que no se convierta en una dictadura de los datos y el control de las personas. Quizás necesitamos de sistemas públicos que gestionen los datos de nuestros alumnos en vez de estar en plataformas privadas; son retos que tenemos que solucionar, o regular el uso de estos datos en este mundo global. Pero mientras pensamos, con las herramientas que tenemos ahora, podemos ayudar a los alumnos con dificultades de aprendizaje no sólo en su organización y planificación, sino también en su autonomía y confiar en sus capacidades de gestión, entregas e interacción con los profesores en espacios digitales. Una competencia necesaria para el futuro.
Ezra Werb, Helping Students With ADHD Stay Organized, Edutopia, 2019.
E. González, Google for Education, La Revista de Trivium, 2019.
E. González, Lladres de la nostra atenció, La Revista de Trivium, 2019.
Byung-Chul Han, La expulsión de lo distinto, Herder, 2017.
Ingrid Guardiola, L’ull i la navalla, Arcadia, 2018.