Éste ha sido un mes de gran impacto para la educación en nuestro país. Innovadoras propuestas con las tecnologías como protagonistas y que han provocado un gran revuelo en el sector.

A principios de marzo se celebraba en Barcelona el Mobile Word Congress y, entre otros, se presentaba el programa mSchools. Este proyecto tiene por objetivo adoptar el teléfono móvil para el uso educativo en el aula en cuatro grandes acciones:

1. Desarrollar el movimiento informático, incluyendo en el currículo de 4º de ESO el diseño de aplicaciones y el desarrollo de prototipos de Apps.
2. El reconocimiento de la innovación y de la creatividad del profesorado y de los alumnos, mediante concursos como el Mobile Learning Awards.
3. Desarrollar un proyecto colaborativo de geolocalización (descripción del territorio, referenciación…) a través de la tecnología móvil.
4. Fomentar iniciativas emprendedoras que fusionen la industria tecnológica y la educativa.

 La Generalitat de Catalunya apuesta por el uso de las nuevas herramientas en las aulas catalanas y pretende invertir tendencias; de la utilización actual del móvil de los adolescentes, hacia un uso más responsable que, según prevén, promoverá la motivación y el rendimiento.

 Si aceptamos que los cambios son inevitables, nos planteamos hacia dónde nos llevará esta irremediable revolución tecnológica aceptando, en todo caso, que nuestros alumnos piensan, se divierten, reflexionan y aprenden más allá del papel.