Por: Marta Reinoso
Las habilidades de integración de gesto y habla representan una estrategia comunicativa efectiva durante la infancia.
A la hora de comunicarnos integramos el habla y los gestos de manera semántica, pragmática y temporal para transmitir y comprender —en un determinado contexto— significados intencionales. Los estudios sobre el desarrollo del lenguaje en los niños y las niñas se han centrado habitualmente en el análisis de cada uno de estos dos elementos por separado, de modo que disponemos de muy poca información sobre las producciones simultáneas de gesto y habla y sobre su valor predictivo en la adquisición de las habilidades lingüísticas.
Un reciente estudio publicado en la revista Infant Behaviour & Development analiza longitudinalmente las combinaciones de gesto y habla de los niños en interacciones sociocomunicativas controladas. El trabajo se enmarca dentro de un proyecto de investigación más amplio sobre la comunicación infantil que está llevando a cabo el Grupo de Estudios de Prosodia (GrEP) de la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona.
Diecinueve niños de 12 meses participaron en una tarea experimental que fomentaba el uso del gesto de señalar un objeto, con función declarativa, en tres condiciones de interacción conjunta con el adulto: a) condición basal, en la que el experimentador prestaba atención tanto al niño como al estímulo, b) condición de disponibilidad, en la que el experimentador miraba al niño pero no al estímulo, y c) condición de no disponibilidad, en la que el experimentador no prestaba atención ni al niño ni al estímulo. En todos los casos el niño yacía sobre el regazo de uno de sus progenitores (el/la cual llevaba unos cascos con música para permanecer ajeno a la tarea) , y ante ellos se colocaba el experimentador.
Los resultados demuestran que las combinaciones simultáneas de gesto y habla se producen con más frecuencia en la condición en la que el adulto mira al niño/a y no al objeto de referencia. Esto constata que los bebés son capaces de utilizar las producciones multimodales como una estrategia comunicativa para atraer y dirigir la atención del adulto. Según los autores, esta estrategia comunicativa es más efectiva porque ayuda a que el adulto pueda percibir la información mediante dos canales comunicativos: el auditivo y el visual. Además, el uso de combinaciones simultáneas de gesto y habla durante esta condición de interacción producidas a los 12 meses muestran una correlación positiva con las habilidades gramaticales y de vocabulario a los 18 meses.
En conjunto, este estudio evidencia que el gesto y el habla son un sistema integrado en la comunicación humana. Parece ser que los niños y las niñas, ya desde muy pequeños, empiezan a construir relaciones comunicativas complejas con su entorno y a desarrollar las habilidades necesarias y esenciales para el desarrollo del lenguaje. Por otro lado, el trabajo presentado abre la posibilidad de realizar futuros estudios en otras condiciones (por ejemplo, en interacciones espontáneas) y de seguir analizando el efecto que tiene la respuesta contingente del adulto sobre el logro de los objetivos comunicativos del menor.
Artículo de referencia
Igualada, A., Bosch, L. y Prieto, P. (2015). “Language development at 18 months is related to multimodal communicative strategies at 12 months”. Infant Behavior and Development, 39, 42-52.