El estudio The Long-Run Impacts of Special Education (Los impactos a largo plazo de la educación especial), publicado en la American Economic Journal: Economic Policy,sobre el impacto de las políticas educativas en el estado de Texas, en los EEUU, ha podido demostrar con cifras el impacto que tiene la intervención en alumnos con dificultades de aprendizaje.
La publicación de este estudio en medios locales y en el diario digital The 74 ha puesto de manifiesto cómo las políticas públicas educativas afectan a las familias con menos recursos.
Los resultados de la investigación manifiestan que aquellos alumnos que no tienen acceso a un apoyo adicional tienen un 52% menos de probabilidades de conseguir el graduado en Secundaria, y un 38% menos de probabilidades de ir a la Universidad.
Menos de probabilidades de conseguir el graduado en Secundaria 52%
Menos de probabilidades de ir a la Universidad. 38%
El caso concreto del estado de Texas, enel que se basa este estudio,y el motivo por el que consiguen esta muestracontrol, es que en el año 2004, a partir de unas decisiones políticas que afectan al sistema de atención a alumnos con necesidades educativas especiales, Texas Kids, se redujo eltanto por cientode alumnos que podían entrar en este programa, lo que dejó a unos 250.000 niños cada año sin servicios de intervención especializada. Hasta el 2018, el Departamento de Educación de los EEUU no revirtió la situación para que se aplicara la legislación vigente.
Los efectos eran esperados por los investigadores, pero lo que constata el estudio es que las familias con menos recursos y que no podían suplir los recursos negados por la escuela fueron las más afectadas. El estudio va más allá al poner de manifiesto que los costes de una educación especial son elevados, yque también son muy elevados los costes de tener a personas que no superen la secundaria y que no accedan a estudios superiores.
Como se indicaba en un párrafo anterior, hasta este momento no había sido posible hacer una búsqueda con un grupo control de niños/as a los que se les hubiera retirado los apoyos necesarios. Los investigadores pudieron observar a alumnos en situaciones similares antes de que el estado de Texas restableciese el límite, decretado ilegal por los funcionarios del Departamento de Educación de los EEUU, durante dos años:aquellos que fueron excluidos en la reducción del presupuesto y los alumnos con atención especializada y aquellos que fueron excluidos después del inicio de la presión para reducir costes y alumnos con atención especializada.
Los investigadores dejan claro que «es una situación realmente desafortunada, pero que ofrece un entorno único en el que se restringió el acceso a la atención especializada», y también expresan que «lo que hace única esta situación en Texas también hace que aparezcan unos resultados realmente buenos».
Observaron los registros de 227.000 estudiantes que perdieron el servicio después de instaurar el nuevo límite que restringía el acceso a la intervención especializada, muchos de los cuales tenían diagnósticos de trastornos de aprendizaje, como TDAH, dificultades en el habla, problemas de conducta…
Los investigadores encontraron que los estudiantes con familias con más recursos o que vivían en distritos ricos en recursos que perdieron los servicios de intervención especializada no experimentaron la misma caída brusca de sus resultados académicos que sus iguales con entornos y familias sin recursos.
Otras investigaciones estiman que hasta el 90% de los alumnos con necesidades educativas especiales son capaces de desarrollarse académicamente con las ayudas adecuadas.