Marta Reinoso
Uno, dos, tres, cuatro… contar es una de las acciones matemáticas que realizamos más a menudo. Desde pequeños/as aprendemos a recitar la serie numérica y a comprender la noción de cantidad.
Los esquemas básicos de conteo se enseñan y se trabajan tanto en la escuela como en casa. Otro de los conceptos clave que nos permiten organizar matemáticamente la realidad lo conforman los cuantificadores básicos (p. ej.: todo, nada, ninguno, poco, etc.), los cuales expresan cuantías de una forma imprecisa o aproximada. Aun así, todavía sabemos muy poco sobre el patrón de aprendizaje de estas construcciones gramaticales, las capacidades perceptivo-cognitivas subyacentes y las prácticas sociales y culturales implicadas.
Según los resultados de un reciente estudio europeo a gran escala, existen patrones de adquisición similares en las diferentes lenguas. El trabajo, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, ha sido dirigido por un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), y en él han colaborado investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona y de la Universidad del País Vasco. Para elaborar el estudio se contó con la participación de 768 niños (52% niñas) de 5 años pertenecientes a 31 comunidades lingüísticas diferentes, incluido el catalán, el euskera y el castellano. El experimento consistía en presentar a los niños/as una lámina con dibujos (p. ej.: un frutero con tres plátanos dentro y dos fuera) y una frase (“todos los plátanos están dentro del frutero”, “ningún plátano está dentro del frutero”, o “la mayoría de plátanos están dentro del frutero”). A continuación, los participantes tenían que juzgar si la descripción era verdadera o falsa de acuerdo con la presentación visual. La misma tarea se realizó con un grupo control formado por 536 personas adultas.
Los hallazgos muestran que la palabra “todos” se aprende antes que el término “ninguno”, y “algunos” antes que “algunos… no”. Estos resultados son concordantes con una serie de principios, que en este estudio han quedado demostrados en todos los idiomas. En cuanto al primer supuesto, referido a la “monotonía”, se considera que los niños y las niñas son más competentes en la comprensión de los cuantificadores incrementales (“todos” y “algunos”) que los decrementales (“ninguno” y “algunos… no”). La segunda premisa hace referencia a la “totalidad”; en este caso, se supone que los/las niños/as son más competentes en la adquisición de aquellas construcciones correspondientes a extremos absolutos (“todo” y “ningún”) que a aquellas que se aplican sólo a una parte del conjunto (“algunos” y “algunos… no”). El tercer principio hace mención a la “complejidad”, y de acuerdo con el mismo se considera que los/las niños/as aprenden antes aquellos términos más amplios (“algunos”) que aquellos más restrictivos (“la mayoría”), los cuales exigen mayores capacidades relacionadas con el razonamiento lógico-matemático y el establecimiento de relaciones de equivalencia. Finalmente, la última implicación concierne a la capacidad “informativa”: los/las niños/as son más estrictos en el cumplimiento del deber a la verdad que a la exhaustividad, de modo que aceptan en mayor medida declaraciones incompletas que falsas.
Los resultados obtenidos tienen especial relevancia, puesto que muestran que los niños y las niñas de todo el mundo aprenden los cuantificadores en la misma secuencia, independientemente de la lengua materna. Según los autores de la investigación, este hecho parece evidenciar la existencia de estructuras lógicas innatas (universales lingüísticos). Pese a ello, tampoco podemos obviar la influencia del ambiente. De hecho, se aprecian algunas pequeñas diferencias en función del idioma; así, los resultados obtenidos en aquellas lenguas que emplean construcciones basadas en la doble negación (por ejemplo, en catalán, “no ha vingut ningú”/”no ha venido nadie” o “res no m’espanta”/“nada me asusta”) son un poco mejores que en el resto. En este caso se hipotetitza que la duplicidad enfatiza la idea expresada y ayuda a hacer predicciones sobre el contenido del texto.
En el presente estudio también se han identificado ligeras diferencias entre niños y niñas, a pesar de que no se ha profundizado en este aspecto. Puesto que factores como son el género, la edad o el nivel sociocultural, entre otros, pueden condicionar el rendimiento en la tarea, es importante que futuros trabajos tengan también en cuenta estos elementos.
Artículo de referencia
Katsos, N., Cummins, C., Ezeizabarrena, M. J., Gavarró, A., Kraljević, J. K. y Hrizca, G. (2016). “Cross-linguistic patterns in the acquisition of quantifiers”. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 113(33), 9244-9249.