La adolescencia es la etapa de la vida en que se lleva a cabo la búsqueda de la nueva identidad, la búsqueda de un yo diferenciado de la familia. Se buscan nuevos referentes en otros entornos y contextos. Durante este proceso pueden aparecer conductas de riesgo que vienen determinadas por diferentes factores.
Indicadores, características y circunstancias
Cuando se habla de factores de riesgo se habla de indicadores, características y circunstancias que facilitan que una persona sea más susceptible que otra a desarrollar conductas de riesgo. Estas conductas de riesgo se pueden evitar y pueden tener consecuencias negativas para la salud física y emocional del joven o de la gente de su alrededor.
Los expertos (Hawkins y Catalano, 1996) clasifican los posibles factores de riesgo durante la adolescencia en estos parámetros: factores biológicos (herencia y genéticos), factores familiares, factores socioeducativos (la escuela), factores socioambientales, la clase social, las amistades, el paro, los medios de comunicación y las drogas.
Ante esta clasificación reflexionamos sobre cómo algunas situaciones pueden influir en las conductas del adolescente:
- Si hablamos de situaciones socioambientales, el grupo de iguales se convierte en un modelo de conductas, en otras formas de hacer las cosas, que conducen a una exploración por parte de los jóvenes de otras maneras de ser uno mismo. Durante esta búsqueda, la aceptación y la presión del grupo pueden provocar conductas de riesgo.
- Si ponemos la mirada en situaciones familiares, cuando la familia no pone límites, los límites los plantean la autoridad y las reglas de la sociedad; infringirlas puede ser un intento de demostrar la propia independencia ante el mundo. El mundo ha dejado de ser una zona idealizada para convertirse en un lugar donde aparecen las decepciones, la soledad y las frustraciones, que si no se han experimentado ni trabajado desde pequeños pueden desestabilizar a los jóvenes en esta búsqueda de la nueva identidad, desencadenando conductas de riesgo.
- La muerte es otra situación con que los adolescentes se pueden encontrar por primera vez. La pérdida de un ser querido puede desestabilizarlos, y la familia tiene que estar a su lado para llegar a un nuevo equilibrio. A veces los jóvenes no tienen a nadie con quién hablar y explicar cómo se sienten. Esto puede provocar otras formas de evasión de todo lo que les preocupa.
- El despertar de la identidad sexual y la falta de referentes o conocimientos al respecto y una mala gestión de la frustración pueden llevar a conductas sexuales donde sólo prime el propio interés y puede conducir a conductas sexuales de riesgo. También tener unas preferencias sexuales diferentes a las del grupo puede ocasionar un proceso de desaprobación y aislamiento.
Siempre hay riesgo
¿Factores de riesgo? ¿Conductas de riesgo? Siempre ha existido el riesgo, y siempre hay riesgo. Todos necesitamos un punto de riesgo en nuestras vidas. Los retos nos hacen crecer como personas y nos ayudan a romper barreras que sin arriesgarnos no seríamos capaces de cruzar, saltar o hacer caer. Los adolescentes y jóvenes también deben arriesgar pero con una base y una estructura familiar sólida y a la vez flexible como la plastilina, que les ayudará a afrontar los retos de una etapa clave en su desarrollo.
Edgar González